¿Ponerse en forma tras el verano?

1 de septiembre de 2016

Arranca septiembre y con él, para muchos, el final de las vacaciones y de los maravillosos excesos que conllevan. Porque, no nos engañemos, soñamos con ellos todo el año o, al menos, con lo que significan: vivir sin estar pendiente del reloj, comer cuando nos apetece, esos picoteos entre horas que saben a gloria y tantas y tantas cosas que nos hacen sentir que, verdaderamente, estamos de vacaciones.

Eso sí, ahora, de vuelta a la cruda realidad, empezamos a plantearnos cómo compensar esos días de disfrute y más de una cara languidece al pensar en lo que se avecina, pero hay muchas maneras de llevar una dieta equilibrada sin renunciar al mejor sabor.

No entraremos en las bondades de las verduras y las frutas en una alimentación sana y baja en grasas, de sobra conocidas. Más allá de los productos de la tierra, el pescado puede ser uno de nuestros grandes aliados.

Ya sea a la plancha o al horno, sus múltiples propiedades nutricionales lo convierten en un gran amigo y, para muchos, en el alimento estrella de una dieta saludable por sus proteínas de alto valor biológico. Según señala la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, el pescado cuenta con todos los aminoácidos esenciales que necesita nuestro organismo, a lo que hay que sumar su aporte de minerales como el calcio, el yodo, el potasio, el selenio o el fósforo. De hecho, su contenido en proteínas, vitaminas y minerales, así como los ácidos grasos poliinsaturados como los Omega 3, hace que la Sociedad Española de Nutrición recomiende su consumo entre tres y cuatro veces por semana.

Y sí, el marisco, con minerales como el zinc, también cuenta con un estupendo perfil nutritivo.

Con la actitud adecuada, cuidarse no parece tan difícil ;P